EL RESULTADO NO REFLEJÓ LA REALIDAD

Mauricio Herrero tuvo un inicio poco feliz en la faz deportiva en el Turismo Agrupado Clase 2, pero la fe en revertir todo rápidamente está intacta producto de un gran trabajo de equipo.

El representante de Chovet sabe que tiene material técnico para vencer en las Categorías Agrupadas Federadas, pero el resultado le fue esquivo varias veces. Lamentablemente para él, en San Jorge al abrir el calendario 2020 le sucedió algo similar. Con la atención Hernán Varela en el chasis y amortiguadores de Gustavo Ianni, sumado a los motores de la familia Scheitlin y cajas de Adrián Mattei, encontró el potencial ideal.

“El año lo arrancamos de la mejor manera, porque el auto estaba muy entero como terminó el 2019. Estábamos primero y segundo en las tandas de entrenamientos. Un error mío en una errada de cambios rompimos un motor (luego encontramos una falla en la selectora de velocidades en el taller). Cambiamos el motor y si bien clasificamos segundos, una mala interpreación nuestra del reglamento no nos enteramos de un cambio en el peso mínimo y me faltaron dos kilos. Por eso largamos últimos en la serie y rompimos el segundo motor tras partir últimos, manteniendo el poblema en la selectora”, relató de cómo la ilusión se fue diluyendo en el ‘Parque de la Velocidad’.

Y amplió: “Teníamos un auto muy competitivo el sábado y se nos terminó el fin de semana al romper el segundo motor y nos vinimos automáticamente con las manos vacías porque no largamos la final. La amargura duró varios días por lo que implica romper dos motores que van muy muy bien por parte de Germán y Kevin Scheitlin. Lo positivo es que los trabajos en el auto dieron sus frutos y tenemos auto para pelear adelante. Estamos conformes, solamente falta frenar la ansiedad y enfriar la cabeza, porque los resultados ya van a llegar. Me siento cómodo arriba del auto pero con algunos altibajos porque la ansiedad de querer ganar me está matando. No tuvimos la suerte de hacerlo ganar todavía pero tuvimos parciales muy rápidos. San Jorge tenía sus secretos y los habíamos agarrado bien. Ahora estamos todos con ganas de volver y esperemos que pase todo esto por el bien de todos, por la salud y por la gente que vive del automovilismo y no la está pasando bien. Esperemos que no se complique lo económico porque habíamos juntado un buen presupuesto”.

Desde lo personal y la vida diaria, Mauri completó: “La cuarentena no la sufrí demasiado porque mis dos actividades están ligadas al agro, actividad habilitada para trabajar. La fábrica familiar estuvo cerrada quince días pero yo estaba trabajando en el campo. También aprovechamos para adelantar labores de taller, y estamos renovando la infraestructura y los elementos que llevamos a las carreras, como cajones de herramientas, haciendo estética, pintura, así cuando volvamos tener todo bien acomodado como me gustó siempre tener. La presentación va de la mano con lo que yo hago y me gustó siempre tener todo lo mejor posible. Combinamos eso con las labores de clasificar y limpiar semillas, dejándolas listas para la siembra. La fábrica ya está trabajando otra vez, y realmente la cuarentena no me afectó para nada”.

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